El futuro del Plan FinEs: ajuste y resistencias
- Circo Criollo Revista
- 13 jun 2019
- 5 Min. de lectura
Por
María Eugenia Míguez
Docente e Investigadora

El Plan FinEs ( Finalización de Estudios Primarios y Secundarios) se consolidó como una de las políticas de inclusión más significativas de la última década. Esto fue así porque permitió a miles de jóvenes y adultos/as terminar sus estudios primarios y secundarios. Según los datos arrojados por el Censo del año 2010, 4.764.692 de jóvenes y adultos/as no habían cumplimentado el nivel secundario en la Provincia de Buenos Aires. En este marco y dada la obligatoriedad del nivel secundario otorgado por la Ley de Educación Nacional (N°26.206) sancionada en el 2006, se impulsa el Plan Provincial de Finalización de Estudios Obligatorios y Vuelta a la Escuela, y dentro de este Plan Provincial, el Plan FinEs 2 comienza a tener mayor protagonismo. Su lanzamiento a nivel nacional se produjo en el año 2008 (sus líneas de acción fueron aprobadas través de la Resolución Nº 917/08 del Ministerio de Educación de la Nación y por la Resolución 66/08 del Consejo Federal de Educación), implementándose en la provincia de Buenos Aires en el 2009 a través de la Dirección General de Cultura y Educación. En la primera etapa conocida como FinEs 1 (año 2008), sus acciones estuvieron destinadas a dar respuesta a jóvenes y adultos/as que cursaron el último año de la educación secundaria como alumnos/as regulares y adeudaban materias sin haber alcanzado el título. La segunda etapa conocida como FinEs 2 (2009-2011), a jóvenes y adultos/as que no iniciaron o no completaron su educación primaria y/o secundaria. Si tenemos en cuenta los datos del Censo 2010 la Dirección de Adultos de la provincia de Buenos Aires logró que durante el año 2014 el 4,83% de esa cifra concurriera a establecimientos públicos para realizar su terminalidad educativa. Ese porcentaje representó un total de 230.000 estudiantes para ese año.
El FinEs como le dicen estudiantes y profesores se consolidó como una política de inclusión con ciertas particularidades. La principal fue que ofrecía una cursada flexible en términos de tiempos y espacios: se cursaba dos veces por semana, con una división cuatrimestral de las materias, en escuelas, sociedades de fomento, sindicatos, iglesias, clubes de barrios, merenderos y demás espacios de la sociedad civil. Todo ello representaba una posibilidad para los jóvenes que producto de las políticas educativas y sociales de los años noventa habían dejado la escuela, y para aquellos adultos, adultos mayores, que luego de muchos años volvían a estudiar. El Plan FinEs en su creación estuvo asociado al Plan Argentina Trabaja del Ministerio de Desarrollo Social, este programa tuvo como objetivo la creación de cooperativas de trabajo dependientes del Minsiterio de Desarrollo Social, co gestionadas con otras entidades entre ellas el Ministerio de Trabajo y municipios. Podemos decir entonces que el FinEs se consolida como una política intersectorial e interministerial destinada a titulares de programas sociales pero también a todxs aquellxs que no hubieran finalizado sus estudios. Podemos ver entonces como el Fines fue sumando actores, transformándose en una política universal.
Un actor clave para desarrollar esta política fueron las organizaciones sociales quienes co gestionaron el plan en los distintos territorios. Se torna clave una figura que tiende el puente entre los actores del sistema educativo, los de otros ministerios y los estudiantes y profesores, hablo de la figura del referente. Estas referentes, en su mayoría mujeres, cumplieron un papel destacado en la gestión de la político no sin resistencias por parte del sistema educativa que en general, se rehusa a reconocer figuras por fuera del sistema.
En Vicente López esta política tuvo un gran impacto. En 2011 aparecen las primeras comisiones vinculadas a organizaciones sociales como el Movimiento Evita, Kolina La Cámpora, Nuevo Encuentro. Su despliegue se pudo ver en los territorios más vulnerados del Municipio, como el barrio La Loma, Las Flores y el Ceibo. En esos territorios que parecen olvidados por el estado provincial (con la excepción del período de elecciones), las organizaciones sociales transformaban la cotidianeidad de los/as vecinas de proponiendo un espacio para finalizar los estudios obligatorios. En el año 2015 funcionaban 45 comisiones del plan FinEs en el distrito. Los actos de egresados/as representaban una gran fiesta popular, el barrio entero festejaba el logro de sus habitantes. Nunca hubo en las escuelas tantos/as adultos/as recibiendo sus diplomas, emocionados/as, con sus familias, hijos/as, hermanos/as, madres, padres, todos ellos celebrando un logro que no hubiese sido posible sin la presencia del Estado, sin la posibilidad que esta política otorgaba a los jóvenes y adultos que habían sido víctimas de la exclusión del sistema político, económico y social de los 90.
A partir de la llegaba de Cambiemos a la gestión del Estado Nacional y Provincial las cosas empezaron a cambiar, tal como dice su slogan de campaña. Lástima que ese cambio fue en detrimento de los derechos de los compatriotas. En el marco de los virajes de gestión, la primera resolución aprobada a inicios de la gestión Cambiemos por el Ministerio de Educación y Deportes, referente al Plan FinEs 2 fue la N° 178/16 que sostiene dar continuidad al "Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios- FinEs-" para el periodo 2016-2019. Para el caso de la Provincia de Buenos Aires, la continuidad la otorga la Resolución 713/17. Dicha normativa marca tres modalidades: FinEs Trayecto Primaria, FinEs Trayecto Secundario y FinEs Deudores de materias.
Entre los cambios que realizó la Dirección de Adultos de la Provincia de Buenos Aires notamos en principio un ajuste en las comisiones del Plan Fines 2: en nuestro municipio lo podemos observar a partir de los siguientes datos: en 2015 funcionaban 45 comisiones, en 2016 funcionaban 30 comisiones, en 2018 14 comisiones, y finalmente en 2019, 8 comisiones para todo el distrito de Vicente López. Este recorte fue una de las principales líneas de acción de la Dirección de Adultos apenas asumió la nueva gestión. Si bien las comisiones siempre variaron de acuerdo a los egresos de sus estudiantes, no hubo por parte de la DGCyE una promoción para abrir nuevas comisiones, al contrario. Otro cambio significativo fue el de fusionar y trasladar las comisiones que funcionaban en los barrios, en clubes, sociedades de fomento, locales partidarios, a escuelas, sin importar los traslados que tuvieran que realizar los/as estudiantes. Todo esto hizo que se desdibuje la figura del referente y de otros Ministerios como Desarrollo Social, ya que el territorio del Plan FinEs sería solamente el escolar. Por otro lado se avanzó en la virtualidad, se propusieron inscripciones on line y bocas únicas distritales, sin ningún asesoramiento a sus estudiantes, dejándolos sin referentes para realizar consultas. Se cerraron las comisiones que funcionaban en Universidades Nacionales. Por último, se sumó un día más de cursada, es decir, que el plan funciona actualmente tres veces por semana en escuelas, si bien uno podría pensar que este cambio es positivo porque aumenta la cantidad de horas de cursada y con ello la posibilidad de trabajo para más docentes, esto no fue así. Sumar un día más fue complicado para los/as jóvenes y adultos/as dado que desorganizó su cursada, tus tiempos, su trabajo y familia. Por otro lado, muchos/as docentes históricos de FinEs quedaron afuera porque cambió el sistema de designación, actualmente se realiza en SAD, y tienen prioridad los/as docentes con mayor puntaje, sin importar ni ponderar la experiencia en el plan FinEs.
Podemos sostener que todos estos cambios son regresivos en términos de garantizar el derecho social a la educación tal como establece nuestra ley de educación nacional. Los jóvenes y adultos/as necesitan no sólo el Plan FinEs para terminar sus estudios, sino trabajo para organizar sus vidas. Entendemos que este programa vino a reparar y restituir un derecho, que se había negado en la década de los 90. Hoy nos encontramos en una situación similar o peor a esa década perdida para todos/as los/as argentinos/as. Por todo ello, necesitamos volver a tener un gobierno nacional, provincial y municipal capaz de dar respuesta a nuestras demandas sociales, es decir, a nuestros derechos.
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