Flexibilización laboral 2020
- Circo Criollo Revista
- 4 mar 2019
- 4 Min. de lectura
EL FONDO MONETARIO ESPERARA UN AÑO MAS
Por: Gustavo Campana

Carlos Menem y sus dos cómplices, Domingo Cavallo (Economía) y Armando Caro Figueroa (Trabajo), fueron los culpables. La ley de flexibilidad laboral para Pyme (24.467), se sancionó en 1995 y sus objetivos fueron tres: habilitar el pago en cuotas del aguinaldo, flexibilizar las vacaciones y reducir el costo de las indemnizaciones. La norma murió por ausencia de uso, porque nunca se aplicó.
Cuando a Dante Sica, Mauricio Macri le encomendó negociar por rubro la reforma modelo 2019, copió y pegó aquel sueño del segundo desembarco neoliberal en la Argentina. Solo le sumó el “banco de horas”, una sutileza idiomática para bautizar el plan destinado a estirar hasta 12 horas la jornada laboral y regularizar el trabajo a domicilio.
El ministro de Producción eligió a los empresarios y sindicalistas textiles, más amenazados por la apertura indiscriminada de importaciones, soñando que la desesperación los llevaría a firmar cualquier cosa. Pero productores y trabajadores, se negaron.
En 2015 existían más de 115 mil puestos de trabajo formales en la industria textil y 3 años después solo quedan 98 mil. La caída interanual de la producción fue del 32,2% y acumuló en los primeros 11 meses del año pasado una contracción del 13,6%.
Pocos días después, el oficialismo fue por la revancha y esta vez los que se negaron fueron los metalúrgicos.
PROHIBIDO OLVIDAR: Primer dato. Cada medida económica es política y toda decisión política es económica. Importaciones, devaluación, retenciones 0, muerte del salario o tarifazos, son fruto de la acción de gobierno. No representan la consecuencia de problemas climáticos, ni son tormentas, terremotos o cualquier otro fenómeno que la naturaleza fabrica si nuestra autorización.
En sentido inverso, pero de la mano de la misma lógica, por supuesto que industria nacional, defensa del peso, impuestos a las millonarias ganancias del país extractivista, paritarias fuertes y subsidios energéticos, también son fruto de la osadía, valentía, audacia, valor y arrojo, de un proyecto nacional y popular enfrentando al poder real.
Segundo dato. Teniendo en cuenta que por cada dólar de deuda externa, los centros financieros de poder imponen una orden, los préstamos no solo hipotecan a futuras generaciones, sino que también establecen la crueldad de los ajustes que terminarán en el presente, con la calidad de vida de millones de seres humanos.
La relación de Macri con el Fondo está en modo De la Rúa, desde junio de 2018. Un país sin economía real, incapaz de generar recursos genuinos, solo recibe ayuda para no entrar en cesación de pagos. Pero ese respirador artificial, trabaja preparando el desembarco de las multinacionales bajo características de producción del sudeste asiático.
Y como cada medida económica es política, el Fondo viene por la revancha casi dos décadas después. No pudo en tiempos de la Banelco y ahora regresa por lo que el neoliberalismo local le promete por segunda vez: la reforma laboral.
El objetivo es, fue y será, terminar con cada una de las leyes que comenzaron a multiplicar derechos desde principios del siglo XX y despedazar las reglas de juego que llegaron para quedarse, cuando el primer peronismo puso el pie en el acelerador.
Teniendo en cuenta los supuestos derechos adquiridos, sobre bienes y seres humanos que el capital creía poseer, a partir del ’43 la Argentina vivió un clima revolucionario; que se apagó con fiereza (bombardeo, fusilamientos, cárcel, exilio y desapariciones) y se encendió de a ratos (sustitución de importaciones, demanda comercial, crecimiento industrial, ocupación, nacionalización del Banco Central, estatizaciones y fundamentalmente, restructuración de la deuda vieja y congelamiento de préstamos nuevos).
PASADO: El escándalo de las coimas para sacar del Senado sin heridas, la flexibilización laboral, fue una imposición del Blindaje que desde mediados de 2000 negoció el ministro de Economía, José Luis Machinea. Casi 40 mil millones de dólares, que le permitieron a la Alianza sobrevivir al pago de intereses, cerca de un año. El proyecto de ley que había tomado estado parlamentario en enero, que había logrado media sanción del Senado en abril y que fue aprobada en diputados en mayo, reclamaba para los súbditos del Fondo: extensión del período de prueba (de 1 a 6 meses, con opción de renovación), eliminación por dos años de los convenios de ultraactividad anteriores a 1975 y habilitar convenios por empresa, en lugar de por rama o actividad.
Pero en octubre de 2000 renunció Chacho Alvarez y a partir de ese momento, la reforma y el gobierno, ingresaron en terapia intensiva. Llegaron la denuncia de Hugo Moyano y la declaración del arrepentido Mario Pontacuarto, para saber que a la Banelco del ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, la cargaba la SIDE. La Justicia no encontró culpas ni culpables, en la compra de votos opositores (la causa se cerró en 2012), pero el kircherismo la derogó en marzo de 2004.
PRESENTE: Intentaron una nueva discusión en el Congreso a fines de 2017, después de la reforma previsional. La movilización en enfrentó la estafa a los jubilados, generaron dos represiones que ordenaron una nueva lectura de los tiempos políticos. El oficialismo guardó la reforma, esperando el momento oportuno.
El stand by 2018, cumple el mismo rol que el Blindaje de Machinea. La cifra supera en casi 20 mil millones de dólares aquel acuerdo y se transformó en el más importante de la historia del Fondo.
Ahora el FMI está dispuesto a dejar pasar 2019, para que las discusiones electorales no se coman la reforma y si la derecha renueva, volver a la carga en 2020. Liberará un nuevo desembolso de 11 mil millones de dólares y se sentará a rezar.
FUTURO: Salvo el Gobierno, ninguno de los actores del mundo industrial, entiende que la solución al problema argentino, es bajar sueldos. Nadie entiende que el trabajador es el problema. Todos coinciden que es parte de la solución, cuando sale de la fábrica y activa con el consumo el círculo virtuoso de la economía.
Bajar el costo argentino, tampoco es el único enemigo a vencer. Importaciones y economía doméstica dolarizada a través de tarifazos e inflación, son los enemigos de la industria, que Cambiemos mandó a la cancha por tercera vez en los últimos 43 años...
Kommentare