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EN BUSCA DE UNA EXCEPCIÓN

  • Foto del escritor: Circo Criollo Revista
    Circo Criollo Revista
  • 18 sept 2019
  • 3 Min. de lectura

El insólito proyecto del Círculo Militar de Olivos

Por Javier Varani

En los primeros meses de este año se anunció con bombos y platillos la construcción de un complejo hotelero, gastronómico y (a tono con estos tiempos) coworking nada menos que en el predio que ocupa el Círculo Militar de Olivos sobre la Avenida del Libertador, entre las calles Villate y Malaver. El megaemprendimiento, como también lo presentaron, incluirá estacionamiento para 150 vehículos, 100 habitaciones 4 estrellas para el mercado corporativo (3500 m2 cubiertos) y 2500 m2 para restaurants. La idea fue explicada en varios medios por el Arq. Néstor Curland, titular de la desarrolladora Zentrum, quien confesó que la idea se montará sobre la exposición que, en el mismo lugar, realizará a partir de esta semana la prestigiosa Fundación Casa FOA, que desde más de una década convoca a diseñadores y decoradores a poner en valor edificios emblemáticos, con fines benéficos.

Todo muy lindo, pero….

¡Houston: Tenemos un problema!…

Como corresponde en estos casos, lo primero es verificar si la idea se ajusta a las normas vigentes. Debemos decir claramente que no, dado que nuestro Código de Ordenamiento Urbano (que es el que regula los usos del suelo de la ciudad) califica el predio para uso recreativo y/o de esparcimiento, conforme al uso mayoritario de toda nuestra zona costera.

Pero existe una restricción mucho más importante que la urbanística y tiene que ver con la propiedad o el dominio de ese terreno por parte de la asociación Círculo Militar.

En efecto, lo primero que hay que decir es que dicho club ocupa tierras que pertenecen a la Quinta Presidencial de Olivos o, más precisamente, forman parte del legado que Carlos Villate le hiciera a la Nación Argentina con la condición que se usara para residencia de su Presidente o como parque público. De no cumplirse con el cargo, el predio debe volver a sus descendientes.

Y entonces, ¿cómo llega el Círculo Militar a poseer ese terreno?. Por decisión de dos gobiernos de facto.

El primero, en 1931, le cede el predio en préstamo (usufructo) para la práctica de deportes de sus asociados, y de la “familia militar”. Nace allí la ocupación que dura hasta hoy, con la construcción de instalaciones deportivas y alojamiento.

El segundo caso es mucho más interesante: el 11 de diciembre de 1981, el mismo día que la junta militar le revoca el mandato a Viola (Galtieri asumiría un par de semanas después), el ministro del Interior Tomás Liendo, en ejercicio de la presidencia, sanciona una “ley” (n° 22.519) que transfiere al Círculo Militar el predio que hasta ese momento usaba de prestado. No fue una transferencia a título oneroso, ni gratuito. No se animaron a tanto. Se trató de una nueva donación, en este caso del Estado Nacional, para que el Círculo Militar use el inmueble “con la condición que lo destine a sus fines societarios específicos” (artículo 2 de la Ley 22.519). Y agrega dicho artículo: “En caso contrario los bienes donados se reintegrarán al patrimonio del Estado Nacional Argentino”.

Es decir que el club del Círculo Militar de Olivos posee nada menos que dos restricciones dadas por la inusual circunstancia de usar un inmueble producto de dos donaciones con cargo.

¿Y ahora?

Cabe preguntarse cuál es la motivación de las autoridades del Círculo Militar para avanzar con estas obras (que, según han informado, las concesionarían al desarrollador por un plazo de 25 años). Algunas versiones indican que en la asamblea de socios, el proyecto comercial fue justificado ante la dificultad que tiene el club de sostener sus actividades y mantener las instalaciones. Si esto fuera cierto, y en función de las normas que citamos en esta nota, el Círculo Militar tiene una sóla alternativa: devolver el inmueble al Estado Nacional.


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