Malvinas, 40 años (X)
- Circo Criollo Revista
- 14 may 2022
- 3 Min. de lectura
Noticias desde el frente civil: de las 24 horas de ATC al festival de Obras.
En estos días de mayo de 1982, mientras los soldados argentinos enfrentaban los ataques navales y aéreos británicos sobre sus posiciones en las islas como etapa previa la invasión, en Buenos Aires se realizaron dos de los espectáculos masivos llamados a perdurar en algún lugar de la memoria colectiva de los argentinos. Tal vez ese lugar sea incomodo, pero justamente por eso tenemos la obligación de recordarlos.
Nos referimos al programa de ATC –actual canal 7- ‘Las 24 horas por Malvinas’ y el recital de rock nacional en el Club Obras, el ‘Festival de Solidaridad Americana’.
Dos fines de semana, el del sábado 8/ domingo 9 para el caso del programa de televisión y del domingo 16, para el recital solidario, en donde la sociedad volvió a movilizarse masivamente.
Por ese entonces, la información pública mostraba la capacidad de resistencia que el dispositivo de defensa tenía, y dejaba en suspenso la posibilidad de la invasión británica.
Al mismo tiempo, la tribuna de opinión liberal reclamaba en la voz de algunos de sus prominentes plumas, que la Argentina acate la resolución 502 de las Naciones Unidas y comience a retirar las tropas de las islas (Máximo Gainza –h-, La Prensa, 12 de mayo de 1982, ‘Para evitar la invasión’) y que la dictadura profundice el modelo económico anunciada en diciembre por Roberto Alemann, es decir, que la situación bélica no era motivo para cancelar el programa de privatizaciones y profundizar la libertad de mercado (Alberto Benegas Lynch, La Prensa, 10 de mayo de 1982, ‘La defensa nacional y la libertad’).
Observar estas voces es ciertamente oportuno, ya es indicativo del resquebrajamiento del régimen autoritario, en cuyas arenas estos adalides de la libertad se habían movido con comodidad. Y representan, por lo tanto una voz discordante con las expresiones culturales que emergieron en la coyuntura.
La impresionante jornada de ATC, las 24 horas por Malvinas, reunió las expresiones del mundo del espectáculo en una convocatoria para sumar aportes al ‘Fondo Patriótico’. Conducido por Jorge Cacho Fontana y Pinky, participaron las principales estrellas de la televisión, como Mirta Legrando y Susana Giménez, la música, como Libertad Lamarque y Lolita Torres, el deporte como Fangio o Monzón. Sin contar con los elementos para subastar, se recaudaron un millón y medio de dólares. Todo el dinero fue a engrosar la cuenta oficial del Fondo Patriótico, que acumuló 54 millones de dólares y una enorme sospecha y frustración.
Pero indudablemente el aporte más importante fue el mensaje. Y ese mensaje estuvo orientado a fortalecer la posición militar argentina, sobre una fuerte entonación patriótica que se asociaba a las fuerzas armadas.
En ese sentido las derivas de las 24 horas por Malvinas se encuentran en las antípodas de los protolibertarios, pero contribuían al mito de comunión del pueblo con sus fuerzas armadas.
En el festival de rock de Obras, en cambio, la narración fue otra. La afinidad entre los músicos con los jóvenes soldados era una clave evidente. Tanto desde la entonación colectiva de Algo de Paz de Raúl Porcheto, como Rasguña las piedras, de SuiGeneris, hasta la propia propuesta de agradecer la solidaridad de los países latinoamericanos y recaudar abrigo para los soldados.
En ese sentido, las sesenta mil personas que participaron presencialmente más la audiencia que siguió por radio y televisión abierta el recital fueron por si mismas una hendidura al discurso oficialista. Las acentuaciones del evento, es decir, del giro ‘americano’ al ‘latinoamericano’ y la preocupación por asistir a los soldados con abrigos representan un contraste marcado con las 24 horas.
En estas semanas de asedio británico sobre las Malvinas, el frente civil mostró estos clivajes. Dos expresiones se orientaron en sostener a la dictadura. Mientras los voceros liberales se plantearon el retiro de las tropas de Malvinas para sostener el programa económico, las 24 horas fugaban hacia un posible desmoronamiento de la ofensiva británica, y en ese destino apostaban al fortalecimiento de la dirección militar, de las FFAA de la sociedad, del pueblo.
La reemergencia del rock, repuso las expresiones contra culturales juveniles, con una impugnación sobre la guerra y el imperialismo.


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