DEUDA, ES LA POLÍTICA
- Circo Criollo Revista
- 20 abr 2022
- 4 Min. de lectura
Por Leonardo Alonso
Mucho se discute en la actualidad respecto de la deuda, el Fondo, las consecuencias económicas y demás desgracias conseguidas en el gobierno del contrabandista y los imputados por el megacanje.
Para analizar consecuencias debemos pensar en las condiciones generadas para que eso ocurra, es decir que las decisiones políticas en materia económica son definitivamente las causas del defalco.
Para el 2015 Argentina tenía regulaciones financieras para protegernos de los capitales golondrina, que vienen a ser empresas o personas que traen guita para la especulación para poder llevarse la plata que ganan sin ninguna inversión productiva.
La norma, hasta el 2015 vigente, establecía requisitos de información y restricciones de montos para el ingreso de capitales desde el exterior, debiendo informar al BCRA todo ingreso y egreso de divisas, así como cualquier toma de deuda de residentes Argentinxs que requieran el pago en dólares en el futuro. Otro de los límites era el de permanencia de un año como mínimo, inmovilizando el 30 por ciento del monto ingresado en forma de encaje de dichos capitales que no fuesen para inversión productiva, deuda pública o financiamiento de importaciones.
Básicamente, el objetivo de la norma era el de generar una dificultad para aquellos capitales especulativos que buscasen obtener una ganancia financiera de corto plazo.
En la primera semana del gobierno Macrista se eliminó el cepo, lo que llevó a una devaluación del 60%, incrementó de la tasa de interés que ofrece el Banco Central a quienes comprasen sus títulos (Lebac), arrancando en el 38% para ir bajándola en las semanas subsiguientes, En menos de un mes se eliminó el encaje de 30 por ciento y el límite mínimo para la estadía se redujo a 120 días. Sumado a la devaluación y la eliminación del cepo, la presión sobre la divisa era muy fuerte, intentando contrarrestarla con la compra venta de Letras, pero con el tiempo, mientras pisaban el dólar, todo se transformó en un negocio impresionante para los capitales golondrina. Traían dólares, los pasaban a pesos, compraban Lebacs a un interés exorbitante, volvían a convertirse a dólares y se la llevaban afuera, logrando ganar una demencial millonada en dólares, cerca del 20% anual, sin poner un tornillo.
La bicicleta, llamada “Carry trade” en el sistema Argentino de utilización de eufemismos, se aceitó rápidamente, y las ganancias del sistema financiero superaban la tasa de inflación y por supuesto se pulverizó la inversión productiva.
En 2018 la cosa se complicó, ya sin la guita del blanqueo, ese en el que Macri metió a su hermano para blanquear guita propia, de forma ilegal ya que modificó el espíritu de la ley que lo prohibía en forma explícita, y la palada de dólares que se fueron con la bici, había que desarmar la bola de nieve, fondos de inversión locales e internacionales empezaron a salir del sistema financiero de la Argentina desde el segundo trimestre de 2018 ya que el gobierno tenía serios problemas con el frente financiero. Meses más tarde la moneda se depreció 103,3%, superando la tasa en pesos, que era del 44,6% y se vendría un 2019 que aún sin emisión llegaría a una inflación del 53.8%, primer default de deuda en pesos tomada durante su propio período, sin financiamiento externo, una desocupación de 2 dígitos, aumento de la pobreza, tarifas demenciales y otras maravillas que el neoliberalismo siempre consigue, porque este autor no cree que todo eso sea un fracaso de ese gobierno, sino por el contrario, un estruendoso éxito en el cumplimiento de sus objetivos.
LA DEUDA
Según un estudio del BCRA, el ingreso de divisas por deuda pública, privada e inversiones especulativas sumó unos 100000 millones de dólares desde abril de 2016 hasta principios de 2018, el 80% de esa deuda tenían su origen en colocación de deuda y capitales especulativos.
Al tercer trimestre del 2015, la deuda era del 43.7% del Producto, siendo sólo un 8.5 el porcentual en moneda extranjera, el 26.6 era Intra Sector Público y en pesos. En el cuarto trimestre del 2019, la deuda alcanzó el 89.4% del Producto, siendo que además entramos en recesión, el 26.2 en dólares, el 20.3% Multi y Bilaterales y el 35.5% Intra Sector Público (Fuente BCRA).
Había que financiar la joda de quienes se la llevaron. Buena parte de los dólares que vinieron como deuda, se fueron enseguida como vimos anteriormente, prácticamente sin un mango en inversión productiva, siendo que nuestros amigos de cuello blanco llaman a eso formación de activos externos. Durante los primeros dos años de Macri, mientras ingresaban 100 mil millones de dólares, según el mismo informe del BCRA, “la formación de activos externos de los residentes alcanzó los USD 41.100 millones”.
Poco después, mientras nos pedía que amáramos a Lagarde, ya se negociaba el ingreso de guita del Fondo, la canilla del sistema financiero tradicional se había cerrado cuando todavía nos querían hacer festejar un bono a pagar en 100 años, nos desayunamos con una deuda de 57000 palos verdes (¡JA!), deuda tomada sin pasar por el Congreso de la Nación, ni existir un sólo expediente interno de economía que la justifique, según se desprende de la investigación por el ese tema. Cabe agregar que fue por la intervención de Trump que nos terminan dando la platita, ya que el estatuto del Propio Fondo prohíbe otorgar semejante cantidad de dinero a un solo país en esas condiciones.
Con el sistema financiero desregulado, aunque con el regreso del cepo, ya que en ese momento tirabas un centavo de dólar y no llegaba al suelo, llegan 44000 millones de verdes, que tampoco vimos pasar, ya que automáticamente financiamos 21000 millones de fuga, a pesar que esto está expresamente prohibido por el Convenio Constitutivo del Fondo, que en su artículo VI dice que “ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se destinen a tal fin”
A partir de mayo de 2018, el financiamiento de la fuga alcanzó los 45.100 millones de dólares, prácticamente el total de la deuda tomada con el Fondo.
Es necesario continuar investigando el origen ilegal de la deuda tomada por el gobierno de Macri y establecer claramente que desde el primer día dicho gobierno se encaminó a terminar con todo éxito el ciclo de endeudamiento, que no es más que el regreso del condicionamiento internacional a las decisiones soberanas en materia política, económica y social.

Comments