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Malvinas, 40 años (V)

  • Foto del escritor: Circo Criollo Revista
    Circo Criollo Revista
  • 31 mar 2022
  • 4 Min. de lectura
Tras las tapas de los diarios. Tras su manto de neblinas…

¿Qué encontramos mirando las tapas de Clarín, La Nación, La Prensa 40 años después? ¿Qué recordamos, qué olvidamos? El conflicto llegó sibilinamente a las tapas de los diarios un día antes del 2 de abril. Las misteriosas fuentes del gobierno anunciaban que la resolución del conflicto en base a la soberanía argentina sobre las islas del Atlántico sur estaba en su fase de definición (La Nación, 1 de abril). Luego nos enteramos de la ‘Inminente recuperación de las Malvinas’ (Clarín, 2 de abril).

La confirmación del éxito de la operación tuvo su baño de historia en la Plaza de Mayo, aunque los grandes diarios muestran diferentes líneas editoriales: ‘Euforia Popular’ (Clarín, 3 de abril), ‘Alborozo ciudadano’ (La Nación, 3 de abril), ‘Júbilo’ (La Prensa, 3 de abril) revelan analogías históricas contrapuestas. Desde el 17 de octubre de 1945 (Galtieri saluda desde los balcones de la Casa Rosada a la multitud, editorializa Clarín), al 16 de septiembre de 1955 (en realidad la plaza se verificó recién el 20), con la ciudadanía alborozada, según La Nación o ‘las expresiones de adhesión’ de La Prensa, es decir, de las voces de las instituciones respetables de la comunidad. Claro que en ‘la calle solo hubo mucha animación…’

Para el escenario internacional las tapas de los diarios también evidencian diferencias editoriales.

Notablemente Clarín expone las preocupaciones de EEUU (Reagan: yo creía que no lo iban a hacer, 4 de abril), mientras que la posición británica parece una preocupación central en La Nación. Claro que esta puede ser una lectura que refleja más las opiniones previas que estas meras muestras.

Seguiremos a partir de aquí revisando las tapas de Malvinas. Mientras tanto también repondremos los principales eventos de cada coyuntura.

Un cable de AFP fechado en Buenos Aires el 4 de abril, nos muestra un relevamiento de las diferentes opiniones y perspectivas sobre los acontecimientos desarrollados desde el 2 abril:

“Después de la euforia despreocupada que suscitó el viernes la victoria, la Argentina se dio cuenta bruscamente ayer sábado de que la operación militar en las islas Malvinas no estaba exenta de peligros diplomáticos y militares.

La derrota en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que adoptó la moción británica reclamando la retirada de las tropas argentinas de las islas Malvinas, y el anuncio de la partida a esas islas de una poderosa flota de la Royal Navy, cayeron como un balde de agua fría.

El presidente Leopoldo Galtieri advirtió, que en caso de ataque militar, la nación argentina en armas, ‘utilizará todos los medios disponibles para librar batalla’, pero que también su gobierno está dispuesto a ‘dialogar y negociar con Gran Bretaña.’.

En medios diplomáticos de Buenos Aires prevalecía la impresión que Argentina no esperaba la votación desfavorable del Consejo de Seguridad y recibió con inquietud el anuncio de la partida de la flota británica.

El viceministro de Relaciones Exteriores, Enrique Ros, llegó a declarar que el proyecto ‘anglo-norteamericano’ votado por el Consejo de Seguridad está destinado a ‘apoyar al gobierno de Margaret Thatcher, que enfrenta importantes dificultades internas.’

(…)

Los mismos medios diplomáticos se preguntan ahora como el gobierno Argentino pudo lanzarse a la invasión en Malvinas sin asegurarse un apoyo previo, al menos tácito, de Estados Unidos, que desaprobó la acción argentina, y del grupo de No Alineados, del que Buenos Aires forma parte.

(…)

Las fuerzas armadas argentinas pusieron en juego su prestigio con la invasión de las Malvinas, que les brindó un vasto apoyo popular en momentos en que la protesta abierta se generalizaba en el país. Una marcha atrás le costaría muy caro en el plano interior, se estimó en medios políticos.

En la calle, al entusiasmo del primer día sucedió una inquieta expectativa de la evolución de los acontecimientos, en momentos en que los medios del gobierno comienzan a dar muestras de un leve desasosiego.

(…)

Mientras tanto, la televisión argentina sigue difundiendo avisos oficiales exaltando la defensa de la patria y la soberanía nacional. Además Argentina acelera preparativos para reforzar la presencia militar en las Malvinas, señaló en Londres el enviado especial del Sunday Times.

(…)

El régimen militar congeló bienes británicos en respuesta a similar medida adoptada en Londres, que afecta depósitos argentinos por unos mil 400 millones de dólares.

Fuentes económicas locales destacaron que la decisión del gobierno de Galtieri implica el congelamiento de unos 5 mil 800 millones de dólares, cifra estimada de los fondos británicos en este país.

Igualmente fueron suspendidas todas las operaciones en divisas extranjeras en Argentina para evitar una desproporcionada compra de monedas fuertes, particularmente el dólar, que ayer se compraba a 15 mil pesos argentinos por unidad.

Paralelamente se mantiene intensa la actividad diplomática en diversos foros.

En distintas capitales latinoamericanas se especula con la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en caso de que Gran Bretaña trate de recuperar Malvinas.

Asimismo Nueva Zelandia rompió relaciones diplomáticas con Argentina, anunció hoy en Wellington, el primer ministro Robert Mooldon.’


Hasta aquí lo más sustancioso de este informe de la prensa extranjera.

Mientras la flota británica iniciaba su trayecto hacia el sur sur del Atlántico, comenzaran a desarrollarse una serie de febriles negociaciones diplomáticas con la intervención de diferentes mediadores. Cómo no recordar la visita de Alexander Haig.

















 
 
 

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