Preguntas para Lina y David
- Circo Criollo Revista
- 27 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 mar 2022
A propósito de una nueva presentación de Proyecto Mariposa, la película que reconstruye una historia de amor en las cárceles de la dictadura entre dos militantes peronistas.
Fue el sábado 26 marzo, en Tiempos de Memoria, en Caseros y Aristóbulo del Valle, Florida. El día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y Rodolfo Walsh estaban presentes en este acto convocado por ‘los Rejuntados’ (del Campo Popular, RCP) que integran la Corriente Nacional de la Militancia de Vicente López.
Lo que es igual a decir que estaban las Cartas de Walsh, las Cartas de Lina y David y también las cartas escritas y no escritas de Cristina.
No tiene objeto pensar el pasado sin interrogar el presente. Las luchas por la emancipación, por la liberación, por la soberanía nos interpelan en este acto. Porque también afloran las agendas de las jóvenes generaciones del presente, que Lina pone en boca de sus hijes.
Lina y David estaban entre el público y se pusieron al frente de la pantalla luego de la proyección, para contestar las preguntas de los asistentes.
La historia que los entrelaza es la historia de las cárceles de la dictadura para los presos ‘políticos’ (cómo no pensar en ‘todo preso es político…Redonditos dixit’).
Como era de esperarse, sus palabras trascendieron lo narrado en la película. Es que la dura experiencia carcelaria apenas está insinuada en el film, lo cual es un alivio para toda una generación dolorida por estos relatos de la supervivencia en los centros clandestinos, del exilio o del terror. Pero la falta de su relato también puede doler.
Pero, ¿Cómo preguntarlo? No hace falta mucho, porque David lo cuenta. De a poquito, sin mucho detalle, con cierto humor incluso.
Lo que está implícito en el relato cinematográfico nos ayuda, pero también hace falta comprender el carácter del dispositivo desarrollado por la dictadura en las cárceles ‘legales’: todo ello formaba parte del objetivo de aniquilar la voluntad, de quebrar a una generación activa políticamente, militante. Lo expresan David y también Adriana que estaba entre el publico, de la Comisión MVJ de zona norte.
La historia de Lina y David entonces no puede escindirse del relato arrasador de la violencia genocida. Y su historia es particularmente bella. Una belleza nacida de las entrañas del monstruo.
Esta dualidad es lo que nos permite pensar este testimonio audiovisual como un valor universal, como un desafío al genocidio de la misma entidad que el Diario de Ana Frank.
Porque también la historia de Lina y David es la historia de una juventud tronchada, que suda en las letras de las cartas el mundo cultural de una adolescencia setentista. Y contiene ese registro subjetivo, generacional, y acosado por el encierro y la persecución como el de Ana Frank.
Llegado a este punto preguntamos, nos preguntamos, por qué esta historia no tiene este carácter universal.
Será nuestra posición periférica en el mundo cultural occidental, será que el soporte audiovisual hay que sumarle un libro, una escritura, será que pasó de moda la memoria latinoamericana, será que no fue objeto de recuperación historiográfica, sociológica, literaria lo que hace que Proyecto Mariposa, pero más aún, las cartas,


sus cartas, no tengan este valor universal?
Mientras tanto, se nos ocurrieron algunas preguntas para Lina y David, sepan disculpar el delay:
¿Cuántas cartas escribieron? ¿Cuántas conservan? ¿Qué les pasaba antes, los años anteriores a que comenzaran a llegar las cartas? ¿Cuántas cartas fueron censuradas por la dictadura? ¿Cómo burlaban a la censura? ¿Se conocieron antes por fotos? ¿Han escrito sobre su experiencia en la cárcel? ¿Y Malvinas o el Mundial? ¿Las fiestas, navidad, año nuevo, los cumples? ¿Las Madres y los otros organismos, como era la relación con los presos?
Lina, David y Liliana Mazure en la proyección en Tiempos de Memoria. Foto gentileza de Mingo Volpini.
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