¿Se enseña Operación Masacre en Vicente López?

Naturalmente es una pregunta incorrecta, ya que tal vez debería formularse en términos provinciales o incluso deberíamos saber qué ocurre en términos nacionales. Y probablemente deberíamos preguntar más específicamente si se lee Operación Masacre en las escuelas secundarias, para qué se lee, cómo se lee.

Pero hay en este título alguna fórmula de homenaje al autor de Operación Masacre, a una época del periodismo escrito, a una forma de interpelación.

Porque resulta que la siniestra historia que narró Rodolfo Walsh sobre los fusilamientos ilegales y clandestinos, como parte de la represión militar a una insurrección peronista, (9 de junio de 1956), sucedió Florida Oeste, con la detención –ilegal, no es redundante decir- de un grupo de doce muchachos, acá, en Vicente López.

¿Cómo no suponer que en algún momento de su escolarización se lea Operación Masacre?. Aquí, donde vivieron algunos de los cinco fusilados donde vivían algunos de los siete fusilados que sobrevivieron.

¿Estremecerá a las y los adolescentes conocer este texto y comprobar que su vida transcurre ahí mismo, que tal vez en su barrio haya algún vecino que recuerde, algún familiar de las víctimas, alguno nomás?

¿Sentirán el ardor de la historia, esa historia de los humildes, los descamisados, los derrotados mil veces y mil veces alzados?

¿Los inspirará pensar que por aquí estuvieron Rodolfo Walsh y Enriqueta Muñiz, que bajaron en la estación Florida del FFCC Belgrano Norte, que caminaron algunas cuadras por Hipólito Yrigoyen, que hablaron con esa pibita que se llamaba Casandra, que todo conocía?

¿Será Casandra esa señora mayor que camina con las bolsas de compras por la avenida Mitre?

¿Acaso no recordamos que se cumplieron 45 años del secuestro y la desaparición de Rodolfo Walsh, que se cumplieron 65 años de la publicación de las crónicas que dieron origen a OM en la revista Revolución Nacional? ¿No son suficientes estas cifras, tan redondas, tan efemérides cuentapropistas?

Bien valdría preguntarse otro tanto sobre si se enseña Operación Masacre en las escuelas de San Martín.

Ahí por lo menos el municipio marca un hito, se hace cargo de la conmemoración, hace Memoria. A pasos de la ex 9 de julio y Márquez, José León Suarez, lugar de los fusilamientos, hay un sitio histórico provincial, y se erige un monumento. Es el sitio ‘oficial’ de la memoria de OM. Puede sonar irónico, pero no lo es. En Vicente López la memoria sigue siendo esquiva a los despachos oficiales, es una memoria de base social. En dónde tanto se ha hecho, en dónde tanto falta, en dónde siempre falta.

Una revisión a través de las redes sociales de las escuelas públicas devela el impacto que las nuevas efemérides, es decir, aquellas vinculadas a la historia reciente, como el 24 de marzo, el 2 de abril o el 16 de septiembre, tienen en las prácticas escolares.

Con sus formas de apropiación disimiles, a veces superficiales, a veces conmovedoras, las escuelas se visten de memoria social y política.

Pero, obviamente no se trata de multiplicar este dispositivo, cuya eficacia, por otra parte, no siempre está vinculada a la enseñanza y a la formación política ciudadana.

Es en las aulas, con la exploración de las lecturas, el análisis de su momento histórico, el desarrollo de conceptos específicos en el campo de la cultura y de las ciencias sociales, las que nos permitirá dimensionar todo lo que tiene para aportar desde el campo literario OM.

Operación Masacre es un documento único sobre una época signada por la furia antiperonista de la Revolución Libertadora, de su aspiración a extirpar de la sociedad argentina todo vestigio de las estructuras construidas por el peronismo y de todo su carácter simbólico para la clase obrera.

Pero es también un informe sobre la resistencia peronista, en su dimensión más barrial, con la sociabilidad popular y su capacidad para enfrentarse a una dictadura que decretó su persecución política, social y culturalmente.

Operación Masacre es también un texto literario innovador, en donde se desarrolla la no-ficción, es decir, un relato verdadero con las reglas de la ficción policial.

Es una oportunidad para desarrollar un proyecto escolar que lo podemos hacer caminando, visitar, entrevistar y ver nuestra ciudad con otros ojos. Los ojos de Rodolfo Walsh.

Es una oportunidad para explorar en las escuelas nuevas formas de instalaciones urbanas de la memoria, de recrear baldosas por la memoria, de inspirarse en los siluetazos. De hacer una acción efímera, profunda, permanente.

Nota: En las orientaciones didácticas de la materia Historia de quinto año de la secundaria de la provincia de Buenos Aires se propone un trabajo con la lectura de Operación Masacre.