VOLVEMOS

Por Marcelo Obregon

Lxs argentinxs debemos estar atentxs y no tomar a la ligera que algunos derrotistas mediáticos se atribuyan tomar la palabra por nosotrxs. Como siempre ellos intentan imponer, en la agenda cotidiana, “su” relato de la realidad.

“El alma se fue al descenso. Encuesta mundial: Argentina es el país más infeliz del mundo”. Este fue el título de una nota publicada hace unos pocos días, en base a una encuesta donde una consultora asegura que solo el 34% de la sociedad argentina es feliz. En definitiva, nos tildan de pueblo triste.

Una vez más nos encontramos ante la opinión del sector dominante, que con claras intenciones de manipulación, hace lo posible para presentar una realidad recortada de cara al futuro próximo. Quien no lea entrelíneas que el resultado de las PASO sigue siendo utilizado como el camino al infierno, deberá comenzar a prestar más atención en cómo nos presentan las noticias. Desde las editoriales de algunos medios también su pretende castigar al electorado por haber votado al candidato de la oposición.

Puede un pueblo ser infeliz a tan solo 47 días de saber que podrá ratificar en las urnas su decisión de realizar un giro de 180° a las políticas económicas que lo han sumido al hambre y la pobreza?

Puede un pueblo infeliz hacer largas colas en la sede de su equipo, pasar horas para asociarse, y además, juntar cerca de 25 mil hinchas en una cancha de fútbol para celebrar la llegada de su ídolo máximo de todos los tiempos?

Puede un pueblo infeliz concurrir masivamente a cada acto de la presentación de un libro, a cada plaza cuando llega un Clio o danzar alegremente en las calles al ritmo de la cumbia del “Si vos querés”?.

No debemos equivocarnos, no somos un pueblo triste, somos un pueblo al cual desean entristecido. Somos un pueblo que ha soportado los embates de traiciones internas, de dictaduras genocidas y de políticas neoliberales a lo largo de nuestra historia, que nos han quebrantado desde lo económico pero no desde la voluntad. Algunos nos pretenden derrotados porque se saben derrotados. Creían que se iban a quedar “con todo” y se encontraron con el revés que puso y pondrá el freno a tanta injusticia social, desde las urnas, el mejor terreno que el pueblo tiene para librar la disputa al poder dominante.

Somos un pueblo alegre, muy alegre, solidario, hermanado, luchador. Estamos de pie, con mucha alegría, porque sabemos que pronto serán tiempos sin excusas, sin tormentas y porque ya “no pasarán cosas”. Brindemos por ello.

Al gran pueblo argentino, salud!